Tintin "En el país del oro negro" es el número 15 de las historietas de Tintin, escritas por Hergé. Este ha tenido tres publicaciones distintas, la primera en el Petit Vingtième en 1939, por problemas derivados de la contienda armada el comic quedó inacabado, ya que como hemos visto el autor belga había iniciado la elaboración de El cangrejo de las pinzas de oro. Pasaron los años y entonces Hergé se decidió a terminar la historia, aunque reviso lo ya publicado e introdujo elementos en Tintín en el país del oro negro como el Capitán Haddock o el castillo de Moulinsart.
Por último la tercera versión de la historia se realizó a fines de los años 60, en este caso, el principal objetivo era eliminar todo tipo de referencias que se consideraban excesivamente ligados a fechas concretas, como referencias a la Palestina británica y al conflicto árabe-israelí.
En España lo ha editado Editorial Juventud.
El argumento, ahora que hemos explicado lo complejo de su producción, es que Tintin y sus inseparables inspectores llegan a un puerto del país ficticio de Khemed, para investigar unas misteriosas explosiones. Cuando llegan el barco es registrado por la policía y se descubre un alijo de droga en el camarote de los policías, con los que todos son acusados y apresados.
Tintín es entonces conducido a prisión, acusado de espionaje y condenado a muerte, pero es liberado por un opositor al régimen, el jeque Bab el-Ehr, creyendo que es un aliado suyo y le conducen ante el jeque, este le inicialmente le cree un espía y lo abandonan en el desierto.
Tintín logra alcanzar un oasis donde asiste a la voladura de una conducción de petróleo. Siguiendo a los autores del hecho descubre que el responsable es el doctor Müller (La isla Negra), tras enfrentarse a Müller, nuestro héroe vuelve a quedar abandonado en el desierto.
Mientras tanto Hernández y Fernández han demostrado su inocencia e inician la búsqueda de su amigo. Encuentran a Tintín en medio de una tormenta de arena y cuando vuelven a la vuelven a ser detenidos, se entrevistan con el Mohammed Ben Kalish Ezab para pedirle la liberación de sus amigos. En ese momento es secuestrado Abdallah, el hijo del emir.
Tintín cree que tras el secuestro se encuentra el villano de esta historia y sospecha que todo es para obligar al emir a firmar un contrato con la compañía petrolera que representa. Tras conseguir la liberación del hijo del emir y detener a Müller se descubre un producto que hacía estallar la gasolina.
Si hubiésemos leído otra de las revisiones anteriores, la historia nos habría contado que Tintín llega al puerto de Haifa, en la Palestina gobernada por los británicos, que es detenido por estos y secuestrado por un comando del Irgún (organización armada judía) que le confunde con otra persona, como podemos ver era una historia que hacia referencia a un momento histórico muy concreto, dándole un sentido algo distinto al sentido de la trama.
En mi opinión no es una de las historias de Tintin que más entusiasmen, pero si reconozco que mantiene el nivel de la serie.
En el aspecto gráfico, Hergé pone de manifiesto la calidad habitual.
En el próximo post continuaremos con Stoq de Coque.
0 comentarios:
Publicar un comentario