Los laureles del César es el número 18 de la saga de las aventuras de Astérix, que llevamos repasando desde hace un par de meses, cuyo guion corrió a cargo de René Goscinny y los dibujos de Albert Uderzo.
La trama de esta aventura, se inicia durante una cena en casa del cuñado del jefe de la Galia, tanto él cómo Obélix se emborrachan y presumen de que son capaces de servir un estofado con el laurel de la corona del César y de esta manera se inicia el viaje de nuestros héroes a Roma para conseguir servir tal estofado.
Astérix y Obélix son acompañados por Abraracúrcix y Karabella en una visita a la casa del hermano de esta última, a Lutecia.
Al llegar a Roma, Astérix comienza a tratar de averiguar como entrar en el palacio de César, al final obtienen la ayuda de un esclavo del emperador, Sopaprisis, quien les indica como pueden entrar y esto es siendo adquiridos como esclavos en la casa Tifus, proveedor de esclavos de lujo para el emperador de Roma.
Tienen la mala suerte de no ser adquiridos por el emperador, sino por Claudius Cualquierus como encargados de cocina.Con lo que nuestros héroes urden planes para huir y continuar la misión. Por divversos motivos consiguen llegar al placio, pero acaban apresados en el plalacio, llegando a someterse a un jucio, en el que Astérix se hace cargo de su propia defensa y pide para ellos la pena de muerte en el circo máximo, evento al que se suponía asistiría Julio César con su corona de laureles, pero el plan no les acaba de funcionar. Tras varias visicitudes los galos consiguen el objetivo y hacen ganar la apuesta a su jefe.
Estamos ante otro de los cómics del irreductible Galo, que conforman la etapa más creativa y notable de los autores, en el próxmo post hablaremos de otro de los cómics de la serie a los que le tengo un particular cariño y que es uno dem is favoritos como es El Adivino.
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