17 de octubre de 2011

Asterix en Helvecia.

Tras el anterior aventura, una de las más divertidas de la serie nos llega Astérix en Helvecia, en esta nueva aventura del personaje creado por René Goscinny y Albert Uderzo. A nuestro héroe le da por viajar a otro de los particulares paises europeos.


La historía de este nuevo viaje se inicia cuando El prefecto de Condate (Rennes), Graco Ojoalvirus, lleva una vida llena de lujos en la que abundan las orgías gracias a que estafa grandes cantidades de los tributos que paga la ciudad a Julio César. Pero esto hace que desde Roma se envie un cuestor llamado Claudius Sinusitus para que informe de posibles irregularidades fiscales en la zona. Pero el malvado  Ojoalvirus, envena pocoa a poco a su incomodo huesped, este al desconfiar solicita ayuda de los únicos que se puede fiar, es decir de la cercana aldea Gala.

Panorámix le informa de que para curarlo necesita flor llamada estrella de plata (Edelweiss), planta que sólo crece en las cumbres montañosas de Helvecia y así Astérix y Obélix inician un nuevo viaje. Pronto empiezan a sufrir la persecución de las legiones debido a que el gobernador de la región y amigo de Ojoalvirus, Cayo Diplodocus, desea que fracasen en su misión. Nuestros héroes logran llegar a Geneva (Ginebra), el lago Lemanus y finalmente hacerse con la planta en una cumbre cercana con la que regresan para curar a Sinusitus. Con la ayuda de algunos helveticos como el posadero Guardiasuix, el banquero Zúrix y un grupo de montañeros tiroleses.


Como curiosida decir que Sinusitus es el primer y único romano en las aventuras de Astérix que asiste como invitado a la tradicional cena nocturna que ocurre al final de todos los álbumes.
Como ocurre en otro viajes de los famosos galos los helvecios aparecen caracterizados por varios tópicos: su obsesión por la limpieza, la precisión de sus relojes, el queso con agujeros, el secretismo de sus bancos, su afición al montañismo y su obsesión por mantener la neutralidad en la mayoría de los conflictos.... es decir que cumple con todo el humos y el respeto algunas de las señas de identidad de la serie. También los autores hacen aparecer un edificio monumental donde se reúnen los representantes de todas las tribus de Centroeuropa para discutir sobre política (aunque los asistentes no esten muy antentos), algo así como el edificio de las Naciones Unidas.

En él encotramos otras curiosidades como una especie de muñeco de Michelin en una especie de estación de servicio, por comentar algunas...este es en mi opinión uno de los mejores números de la colección y a los que guardo un especial cariño.

En el próximo post hablaremos de una con tema urbanistico, La Residencia de los Dioses, en otro intento de los Romanos por acabar con la independiente aldea.

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