El pasado 11 de febrero murió Jiro Taniguchi, uno de los autores japoneses de mangas más importantes del mundo y cuya luz se apagó tras más de 40 años de trabajos, algunos de los cuales son considerados obras maestras y otros han inspirado a otros artistas y guionistas en sus propias creaciones.
Taniguchi falleció en Tokio a los 69 años y sus obras vivirán eternamente, historias de aventura, drama y también de la vida cotidiana, cuyo trazo hacía de la cotidianidad algo fantástico.
Taniguchi es el autor de clásicos contemporáneos de la historieta como El caminante, El almanaque de mi padre o Barrio lejano. Obras todas ellas que abrieron la percepción que se tenía del manga por parte de muchos lectores, que consideraban al cómic nipón como un espacio exclusivo para las historias de acción y ciencia ficción, alejado de cualquier veta intimista, reflexiva y de autor.
Nacido el 14 de agosto de 1947 en la prefectura de Tottori, Taniguchi fue un "puente entre el manga y el cómic occidental", a juicio de su editorial, además de un "maestro incontestable del género" en todo el mundo.
Autodidacta, el autor se caracterizó por abordar un gran número de géneros en sus libros, marcados por un especial énfasis lírico, lo que hizo que se le conociese en algunos círculos como "el poeta del manga".
Taniguchi aprendió el oficio junto a Kazuo Kamimura,
gracias a quien entró en contacto con el cómic occidental, del que
adoptaría la riqueza de los decorados y la multiplicidad de
informaciones en cada viñeta. De la estética clásica del manga,
guardaría sobre todo la prioridad que se le da al movimiento.Yo sólo lo he podido disfrutar en la recientemente comentada Cronicas de la Era Glacial, pero me ha parecido una autor claramente a recuperar y todo una referencia que desgraciadamente hemos perdido de forma un tanto prematura.
Xonxoworld
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