Dos años después, en 2015, se publicaba el álbum número 36,
El Papiro del César, nos llegó el
Astérix en Italia trabajo que en mi opinión es la confirmación del buen hacer de los nuevos responsables de las correrías de los habitantes de Armórica.
Astérix en Italia toca álbum de viajes, algo qha sido una constante en las aventuras de nuestros galos favoritos, como ya hicieran a Egipto, Galia, Palestina, Norte America, Belgica, Hispania, Corcega.... pero en esta ocasión lo hace en un tono deportivo, es decir con una carrera da cuádrigas a lo largo y ancho del país italiano impulsada por el Senador Lactus Bifidus que será utilizada como cortina de humo con la que distraer a la opinión pública con respecto a su malversación de fondos públicos que deberían haber sido invertidos en las, muy deterioradas, vías romanas y que el senador utiliza para sus “orgías”.
Esto permite a nuestros héroes en esta especie de carrera de los autos locos, conocer las diversas ciudades y pueblos de Italia.
Jean-Yves Ferri y
Didier Conrad han decidido homenajear series televisivas animadas como las de William Hannah y Joseph Barbera, también hay algun homenje o cameo como el tabernero que no deja de ser un émulo del tenor Luciano Pavarotti.
Pero en ocasiones toda la Gran Carrera Transitálica se antoja una enorme excusa para que Ferri y Conrad demuestren que tambíen le dan un toque de actualidad en las tematicas que usan en los diversos gags, como la corrupción política, imperialismo, manipulación informativa, consumismo.... Otro de los puntos diferentes de este albúm es el de ofrecer a Obélix el protagonismo del relato así como regalándole con ello algunos momentos de comicidad entrañables. Algo que no es muy usual de ver en la serie.
Podemos afirmar que
Conrad tras dos números que sigue insuflando su propia personalidad a la obra, pero respetando a sus anteriores autores y la esencia de los personajes y podemos afirmar que este es el mejor trabajo de los tres que ha ejercido con unos personajes a los que cada vez entiende mejor en fondo y forma, referenciando a obras anteriores incluso de la etapa de Goscinny, como la
residencia de los dioses.
Así que os lo recomendamos para todos los fans de los dos galos más influyentes de la historia del noveno arte.
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