7 de enero de 2024

ASTERIX EL LIRIO BLANCO

 



Las aventuras del galo más famoso de la ficción nunca han vuelto a recuperar el brillo que tuvieron cuando René Goscinny era el encargado de escribirlas. Tras el final de Uderzo y su etapa han llegado varios albumes en una nueva etapa que se incio hace ya 11 años con Astérix y los pictos, a la que siguieron  El papiro del César, Astérix en Italia, La hija de Vercingétorix y Astérix tras las huellas del Grifo, el nivel del conjunto no sólo es irregular sino que no lograban en sus guiones la chispa de la etapa original. Si bien el trabajo de Conrad a los lápices cumplia, no se puede decir lo mismo del de Ferri. Por esta razón parece que se ha decidido por un nuevo guionista, Fabcaro. Su etapa se ha iniciado con este El lirio blanco, el cuadragésimo álbum de la serie.

En El lirio blanco nos encontramos con un Julio César descontento porque las legiones romanas parecen haber perdido su espíritu de lucha. Tras consultar a los expertos decide seguir los consejos de Viciovirtus, médico jefe de sus ejércitos y precursor de una nueva corriente de pensamiento positivo que lleva por nombre el lirio blanco. Para hacer las primeras pruebas César decide enviarle al campamento de Babaorum, con el objetivo de poner en practica este nuevo plan con los irreductibles galos. 

Fabcaro lo tenía bastante facil para superar el nivel de las cinco entregas anteriores y parece que lo ha logrado en parte. Aunque parece que se ha basado en ideas ya vistas en obras anteriores como El adivino o La cizaña. Dos clásicos en donde Goscinny ya mostró como sin las armas se podía poner contra las cuerdas a los Galos más famosos de la historieta mundial. 

El lirio blanco tiene bastantes aspectos positivos como el trabajo de Conrad que que sigue manteniendo un gran nivel. Fabcaro también se saca de la mano algunos juegos de palabras o gags que si que recuerdan a los que nos planteaba el gran Goscinny. Además, tenemos una crítica muy afilada a la corrección política imperante y también de la autoayuda y del coaching. Con lo que la visión de nuestra sociedad en la del 50 a.c esta bien llevada y encaja perfectamente en la trama. 

Algunos aspectos que seguramente son mejorables son el tratamientos de los personajes femeninos, en la conservadora crisis matrimonial entre Abracurcix y Karabella, el tema de los personajes femeninos fuertes si que fue introducido como una de las pocas ideas arriesgadas de Ferri, aunque pienso que no las supo o no pudo encajarlas. 

Aunque mejora a los últimos álbumes de Ferri, El lirio blanco siga dando signos de que parece imposible acercarse a los guiones e historias del genial Goscinny, que en su mayoría eran autenticas joyas. Pero para no ver el baso vacío, Fabcaro y Conrad firman una historia con aciertos y aunque se han basado en historias anteriores el coctel funciona mejor que lo probado con anterioridad. Veremos si Fabcaro logra en las próximas entregas que Asterix y Obelix vivan aventuras a la altura de su leyenda. 


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